Los estudios cada vez más numerosos realizados respecto al aura, están demostrando que debe ser una parte fundamental de conocimiento para el desarrollo de la persona. A través del aura, que es un campo de energía que emanamos, descubrimos nuestro verdadero estado interior. Podemos saber tanto aquellas cuestiones más materiales como aquellas cuestiones más espirituales. El aura está dividida en siete estratos o capas relacionadas directamente con los siete chakras.
Cada uno de esos estratos puede tener uno de los once colores del aura. Aquel color que se repita más, será nuestro color básico. Nuestro color básico es permanente en nuestra vida y sólo muta en circunstancias muy específicas. El color básico nos habla de nuestras cualidades más positivas y nuestras cualidades más negativas y deberíamos tenerlo presente por lo tanto en nuestras relaciones con los demás, a la hora de buscar un puesto de trabajo, etc…
A mayores, nuestra aura puede estar irradiando otros colores, al margen del básico. Estos colores secundarios nos dan una pista sobre nuestro estado interior momentáneo, o una etapa determinada de nuestra vida. Así podemos saber por ejemplo, cómo estamos reaccionando a algún acontecimiento, qué es lo que más nos inquieta, etc…
La cámara Kirlian es un instrumento fabuloso para observar nuestro aura y su evolución, sin embargo no siempre podemos disponer de una foto Kirlian, así que hay otros métodos igual de eficaces para comprobar el estado de nuestro campo energético como el uso del péndulo, la meditación o nuestra propia vista.
Aprender a ver el aura nos puede ayudar a comprendernos mejor y procurarnos una mayor felicidad en nuestra vida.
PARA VER EL AURA DE LOS DEMÁS
Aquí tienes una serie de prácticas para ver el aura de los demás. Ten en cuenta que generalmente para ver el aura de los que te rodean primero deberías haber conseguido ver con facilidad tu propia aura, pero no pasa nada por practicar los siguientes ejercicios aunque no tengas dominado el tema.
Los vamos a dividir en dos tipos diferentes: por un lado los que puedes practicar en tu casa con uno o varios amigos y por otro los que puedes practicar cuando sales todos los días a la calle.
Ejercicios para practicar junto a tus amigos
Reúnete con unos amigos a los que le apetezca practicar la visión del aura en una habitación preferentemente blanca, pero si no lo puede ser, al menos procura que el color sea uniforme. Las figuras, manchas, diversos colores tan utilizados en decoración te dificultarán la visión. Podéis reuniros cuantos queráis, obviamente al menos debéis ser dos. Después os sentareis en un lugar que os resulte muy cómodo, un cojín, un sofá o una silla teniendo en cuenta que debéis situaros unos frente a otros a una distancia de 2 a 4 metros. Si quieres realizar realmente el ejercicio sobre una pantalla blanca para facilitaros la visión puedes utilizar una sábana como fondo si tu pared no es del color requerido.
A continuación centrad vuestra mirada en el entrecejo de quien tenéis enfrente y sin dejar de fijar la mirada en esa parte del cuerpo intentad prestar atención al resto de su cabeza, observad a ver si sois capaces de ver alguna luz o resplandor que le rodea, algún color, alguna banda, … Todo ello formará parte del aura.
Tanto como si has conseguido ver algo como si no, prueba también a intentar verle otras partes del cuerpo. Prueba a verle la mano, como has aprendido a ver la tuya. O también si quieres puedes ver parte de su contorno fijando tu mirada en uno de sus hombros o en el centro del pecho, y la atención en lo que le rodea.
Recuerda que la luz ambiental suele ayudar mucho al principiante a ver con más claridad y facilidad el aura. Se entiende por luz ambiental los focos de luz alógena que puedes calibrar dando mayor o menor intensidad a la luz de una habitación, pero también a la luz de las velas por ejemplo.
Ejercicios para practicar cuando sales de casa
En espacios abiertos:
Búscate un lugar donde puedas estar sentado y tranquilo y donde sabes que vas a encontrar mucha gente como una estación, un parque, una feria, … Comienza a observar a la gente como te hemos comentado, obteniendo diversos objetivos: un anciano, un niño corriendo, una pareja paseando, un turista, un vendedor, etc. Verás un resplandor brillante a su alrededor que variará incluso en función de lo que estén haciendo.
En espacios cerrados:
Por ejemplo una cafetería, bar o restaurante; una conferencia; un concierto; etc. Estos lugares son maravillosos para practicar la visión áurica de los demás porque suelen disponer de luces ambiente que te facilitarán el trabajo. Además puedes estar tranquilo por ejemplo en una conferencia o en un concierto y depositar con total tranquilidad tu mirada en algún músico, el director o en el que está dando la conferencia. Seguramente podrás ver con mucha más claridad el resplandor luminoso que en los espacios abiertos.
Fuente: http://www.formarse.com.ar/aura/Introduccion%20al%20aura.htm
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